Dice la
muy orgullosa en un arranque de amor al prójimo que, “esta
hasta el moño…, carijo”
¡Me tienen hasta el moño con
tanta ofensa y con tanto odio! La pobreza espiritual de quienes se creen con el
derecho de ponerle límites al amor de Dios. ¡Amor es amor, carijo!!!
Pues aquí les va una de las
muchas… ¡Se tenía que decir y se dijo!!
También algo dice el Concilio General del Sínodo de la
Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba; todo esto en relación con la próxima
votación donde, “ el pueblo cubano ya aprobó ( porque fue publicado en la
Gaceta Oficial) el Nuevo Código de la Familia”.
Junto el régimen Castro comunista se alinean la
Iglesias miembros pro-oficialistas del Consejo
de Iglesias de Cuba (CIC), y la muy celosa Iglesia Presbiteriana Reformada de
Cuba que No acepta la “coacción
espiritual o política”. Todo esto, en un país donde los tenebrosos organismos
del MININT han influenciado a las iglesias de una u otra forma, y donde la
coacción política a través de la dictadura de una ideología y de un solo
partido; ha alcanzado a toda la nación , sufrida y desgastada.
“Sanamente orgullosa de mi
Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba”
Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba
Carta
abierta a congregaciones y comunidades de la IPRC
Queridos hermanos, queridas hermanas:
Les saludamos en el amor de Cristo Jesús, profeta de
Nazaret, hijo de Dios.
Se aproxima la fecha en la que el pueblo cubano podrá
ejercer su derecho democrático de refrendar o no el nuevo Código de las
familias en Cuba. Como es bien sabido, esta es la culminación de un complejo
proceso en el que las iglesias cubanas han tenido una voz muy nítida.
Nuestra Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba, a
través de este breve mensaje, afirma a su feligresía en los siguientes
principios:
1. El
derecho de cada ciudadano y ciudadana a votar a favor, en contra o abstenerse
de hacerlo, atendiendo a sus criterios más sinceros, y a la transparencia y
coherencia ética expresada en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret.
2. La
apuesta que nuestra IPR-C ha hecho por toda acción a favor de la justicia, el
derecho y la inclusión, en correspondencia con nuestra historia y las bases
confesionales que nos conectan con el compromiso social y la militancia a favor
de los sectores excluidos y vulnerados.
3. La
necesidad constante de renovación que debe mover a la iglesia y a la sociedad
hacia una realidad más justa, en la que la dignidad humana y la integridad de
la creación sean un signo visible de la instauración del reinado de Dios en la
Historia.
En lo que respecta al debate de este tema en el
contexto ecuménico y eclesial, debemos expresar que tanto en nuestro pasado
Sínodo, como en las plataformas digitales como "Voces ecuménicas
cubanas", han sido planteadas las fortalezas del nuevo Código en cuanto a
su respaldo al derecho de niños, niñas y adolescentes, personas ancianas, y
personas con orientación sexual no heteronormativa, entre otros aspectos.
El Concilio General del Sínodo de la IPR-C reconoce la
perspectiva liberadora de la que es portador el nuevo Código, y a la vez
confirma el derecho soberano de su feligresía de votar según su criterio
personal.
Rechazamos cualquier tipo de coacción espiritual o
política que presione la decisión de nuestra feligresía en su capacidad de votación.
En el amor-justicia del Dios soberano de la Historia
Concilio
General del Sínodo IPRC
Septiembre
16 del 2022
Fuente: Facebook
Puedo entender la decisión que la Iglesia Presbiteriana de Cuba de apoyar al gobierno en su política, desde la óptica de la visión de Calvino en Ginebra. Lo que es sorprendente es que trate de interpretar la amistad de David y Jonatan con una aberración sin apoyo biblico. Pues David amaba la ley de Dios primero que todo, luego no hay evidencia del conocer carnal. Por último Dios no se contradice en sus atributos morales cuando condena la sodomia según el libro de Levitico cap.18 y ademas escogió a David por ser conforme a Su corazón. Por favor en el pueblo de Dios todavía hay muchos fieles incluso presbiterianos que no aprueban lo que incluso la mayoría de los cubanos no aprobamos.
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