Todo el mundo
bate palmas por los resultados marrulleros de estas ultimas elecciones. Dicen
que es un acto de Dios, otros más cautos aseguran que ha sido una hazaña
electoral . Algunos se agarran, cuando conviene,
de aquello que nos enseñan en las escuelas dominicales: Un Ciro[1] ungido
y tomado por la diestra.., sometedor, capaz de dar cuenta del despreciable
Trump. Celestial y metafísico esto de un Biden-Ciro exaltado y tomado de la
mano por el mismísimo Dios; capaz de abrir
a su paso las puertas y dejar abiertas las entradas; que acabará por
bendecir a las huestes de maldad de los ANTIFAs y BLM, que por ahí ya los veo vestidos
de negro, encapuchados y armados.
Por lo pronto el viejito,
caminando rápido a la senilidad como hemos visto. Dado a olfatear críos , repellador de impúberes y patrañero
corrupto de estirpe familiar; tendrá por delante un arduo camino para hacer
valer, si es que llega, una presidencia que desde ya se vera acosada y desvirtuada
no por políticos, periodistas o memes; sino por abogados y expertos en ciber
seguridad que ya han empezado a hacer su parte.
A este, el
escogido, se le prometido los tesoros de las tinieblas. Esto quedará
para una nación toda.., porque tiempos de tinieblas acechan.
E A González.
11.30.2020
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