Por: Elena Oliveira Pérez
“Hay mucho dinero, sobre todo proveniente del gobierno
de los Estados Unidos hacia cinco iglesias evangélicas principales, que son las
que están tratando de sabotear muchas iniciativas”, dijo
Mariela Castro, refiriéndose a la Liga Evangélica de Cuba, y las iglesias
Bautista Oriental y Occidental, Metodista y Asambleas de Dios.
Estas denominaciones protestantes fundaron la Alianza de Iglesias
Evangélicas de Cuba (AEIC), al margen del castrista Consejo de Iglesias de
Cuba, y hasta ahora ilegal para el gobierno.
“Están utilizando este término de
la ideología de género, que fue creado por un obispo católico en los 60,
justamente para desacreditar los avances internacionales en el campo de los
derechos de las mujeres y el pensamiento de origen marxista con relación a esta
temática”, contestó Castro a una entrevista del medio oficialista CubaSí.
LA REVOLUCIÓN SE DEFENDERÁ
“Y nuestra Revolución, como dijo
Fidel, tiene derecho a defenderse, tiene derecho a defender sus conquistas
sociales, los derechos que se ha logrado refrendar en la Constitución y en todo
el sistema legislativo que está siendo ya cambiado a partir del cambio
constitucional”, sostuvo la directora del estatal Centro Nacional de
Educación Sexual (CENESEX) principal promotor de la agenda de género en la
incidencia política nacional.
Las iglesias evangélicas dentro de Cuba reciben ayuda económica de
distintas organizaciones afines con el trabajo eclesial para sostener programas
de atención a personas con enfermedades terminales como el VIH y cáncer, a
reclusos y sus familias, así como a jóvenes y adolescentes en riesgo de
exclusión social y a parte de la creciente población de ancianos en la isla.
Sin embargo, la sobrina del dictador Fidel Castro hace referencia -sin
mostrar una sola evidencia- a supuestos fondos entregados por la Casa Blanca
para desestabilizar el país, una reiterada acusación para tratar de
desacreditar a cualquier organización o individuo que se manifieste contrario o
paralelo a su agenda.
Al tiempo, Castro es
cuestionada por haber desviado, supuestamente, millones de dólares de ayuda
del PNUD para campañas comunicativas y acciones de CENESEX.
UNA HISTORIA VIEJA
El gobierno cubano ha considerado desde los sesentas a los creyentes
como inadaptados del nuevo modelo social comunista y a la religión como “el opio de los pueblos”, siguiendo la
doctrina marxista.
Así, envió a cientos de cristianos a campos de concentración conocidos
como UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción) entre 1965 y 1968, prohibió la actividad
política pública para miembros de las iglesias y vedó la entrada de religiosos
a determinadas carreras universitarias.
Actualmente ha prohibido viajar a los líderes evangélicos que fundaron la
AEIC, al tiempo que los ha citado para amenazarles e interrogarles en
dependencias policiales.
Ante la organización de un amplio sector poblacional con una agenda
diferente a la del régimen y con los evangélicos al frente dice Castro en la
entrevista: “tenemos que unirnos, hacer
alianzas, porque cada vez que hacemos alianzas y nos unimos, logramos
efectividad, logramos realmente cambios”.
La comunidad evangélica fue el principal sector de la sociedad civil que
se opuso a la recién aprobada constitución comunista donde poco más del 13 por
ciento de la población dijo No o se abstuvo durante la consulta popular.
Nota: artículo recibido desde Cuba por correo electrónico.
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