septiembre 14, 2019

El diferendo entre Payasos reprimidos enfrentados a activistas LGBTQ+ represores ¿Un triste “final feliz”?


Payasos-cristiano-comunistas reprimidos vs represores comunistas-L.G.T.B. ¿Triste “final feliz”? Análisis de la carta de queja del director del grupo, casi tan baja como la denuncia. Aleccionador sobre el paisaje de derechos y Religión en Cuba, ambos decorativos.
La Habana, 14 septiembre, 2019. Represores del grupo de payasos cristianos “Los Parchis”, por menciones cristianas en sus actuaciones; los funcionarios comunistas que en este circo romano primero bajaron el dedo, ahora puede que lo levanten y den marcha atrás; según confusa información pública del director del grupo.
Si la rectificación no es esperanza infundada del Director, el posible levantarles la prohibición de actuar donde solían; parece respuesta a la mala propaganda que los represores le generaron al régimen y al activismo LGBT+ (feudo de Mariela Castro Espín).Debida a la repercusión del caso en Internet.
Todo parece un sucio pleito entre gente de la farándula que politizaron sus desavenencias.
Empezó por la denuncia ante el Partido Comunista de Cuba (PCC) por Yadiel Cepero Madruga y Yoelkis Torres Tápanes, a título de activistas LGBT del gubernamental CENESEX (Centro de Educación Sexual, dirigido y fundado por la hija del General y que nada tiene que ver con reprimir religiosos) quienes los acusaron de predicar el cristianismo en sus actuaciones; y la rápida reacción represiva a la denuncia, por parte de los funcionarios del Partido y organismos culturales y turísticos.  Quienes les vedaron actuar en los espacios en que lo hacían; aunque las instituciones culturales usan y abusan de canciones alusivas a la religión afro-cubana, promoviéndola como folklor nacional.
Yadiel Cepero, el denunciante
Continuó el pleito con una defensiva carta de queja a las autoridades, por el director de ese grupo artístico, Omar González González y su posterior información al público de que tuvo esperanzadoras conversaciones con los funcionarios del Partido Comunista de la Provincia de Matanzas.
La carta de queja del Director cumple las reglas del "Manual del esclavo feliz" al elogiar al Gobierno, decir que miembros del grupo son de "estirpe de mambises" (lo cual no importa hoy a nadie ni tiene que ver para nada con el asunto) que no son disidentes ( lo cual les vedaría todo empleo y si los haría merecedores de mencionar como honorifica su "estirpe mambisa”- alzados independentistas contra el poder español en Cuba) , que tienen payasos militantes de la Juventud Comunista ( y que a la vez son cristianos, dada la confusión y doble moral imperantes) que siempre fueron “de la mano de Fidel Castro” y que tienen tíos en el Ministerio del Interior (¡cuidado!; actuamos en tan buenos lugares porque tenemos "padrinos") y que por deber de cristianos son leales a la Dictadura y muy "revolucionarios"; porque (hipocresía o ingenua creencia en la predica pro-sumisión de las iglesias evangélicas) los cristianos obedecen a las autoridades.
(Lo cual evidentemente no hicieron los mambises de quienes se glorían de descender, ni los revolucionarios, nada sumisos al estado como rebeldes al orden establecido y que por desobedecer ese fingido mandato de Dios, deben estar en el Infierno con Moisés y los profetas que enfrentaron a “las autoridades establecidas”).
Rev.Oden Marichal ,
el facilitador
De paso, se refiere al activismo gubernamental LGBT+CENESEX, como a algo cuya gloria empañan los denunciantes con su denuncia, opinión fuera de lugar en pretendidos cristianos; cito la carta: “¿Cómo es posible que tomen el nombre del CENESEX para enarbolar una bandera que a todas luces se nota que viene acompañada de otras intenciones, otras provocaciones, las cuales no tienen nada que ver con el movimiento gay en Cuba?”
La carta es casi tan baja como la denuncia. Muestra el típico defenderse como "revolucionarios" leales, que usan las víctimas de este tipo de acusaciones. Muestra también la explotación como trabajo esclavo de los artistas quienes con la esperanza de que les paguen algún día, actúan en estos escenarios de servicios dolarizados al turismo, con la desprotección legal de todo cubano.
Si el Partido les levanta la "excomunión" es posible que sigan en su labor artística, autocensurándose con dejar las canciones cristianas para el culto en el templo; “bajar el perfil”.
Esta carta de queja del director Omar González González, es un acto de supervivencia ante la terrible perspectiva de que lo priven del pan y le frustren trabajar por haberle "colgado el San Benito" de políticamente no potable.
Escribe ambiguamente, como quejándose de quienes lo defendimos en espacios "que atacan a la Revolución" (subliminal a las autoridades de que reprimiéndolo se buscaron una mala propaganda que él repudia como buen “revolucionario”) menciona como paraguas al Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), sin precisar sus vínculos con ese engendro del Gobierno; insinúa que los denunciantes tienen motivos, “otras intenciones”, para atacarlos; pero sin precisarlo, como mero chisme.
¿Por qué los filólogos que leemos escriben tan confuso e insincero?
Omar Gonzalez,
el Director
Pero todo esto hace el asunto aún más aleccionador sobre el paisaje de Derechos y Religión en Cuba, ambos decorativos. Era demasiado idílico para Cuba el que unos jovencitos payasos cantaran para los niños canciones cristianas a la sombra del permiso para creer otorgado por el difunto César! A la larga hay que elegir a cual de “los dos señores” servir.
Tras tantas payasadas de activistas del CENESEX, autoridades comunistas y payasos "cristiano-revolucionarios", la mayoría demasiado jóvenes para comprender esa contradicción, no así el Director, quien declara llevar, 30 años en "Cultura"; ambiente de carrera de cucarachas y explotación por burócratas del arte del que no puede salir tan cándidamente “revolucionario”, queda como saldo el mal sabor de que "Los Parchís", son "castrianos" más que cristianos y, sencillamente, sobreviven, “saben vivir” en la Cuba donde quien no contemporiza como “buen revolucionario” no pude tener empleo y menos trabajar como artista para los extranjeros.
Todo lo cual los hace todavía mucho más víctimas del Sistema. Porque lo denigrante de la esclavitud no es la prisión del cuerpo, sino merecer la esclavitud por la sumisión del alma, dar vivas a las cadenas.
Nota: Recibido por correo electrónico desde Cuba.

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