Por:
José
Carlos Pérez.*
Acabo
de ver la Declaración
Oficial redactada y firmada por varios líderes religiosos que representan
oficialmente sus Asociaciones de Iglesias en Cuba.
Al
parecer es de interés común entre ellos dejar en claro -la no admisión o
aceptación oficial de la unión legal del matrimonio homosexual- que viene impulsando la hija del dictador
Raúl Castro, ex presidente de Cuba.
También
resulta interesante el hecho de hacer pública esta declaración, cuando es
sabido el concepto histórico que tienen las iglesias evangélicas en relación al
matrimonio y familia como Dios manda y la naturaleza reproductiva de las
especies.
La
carta lejos de reprender o discrepar con las autoridades del gobierno por
intentar establecer dentro de la Constitución
posibles cambios que permitan el matrimonio homosexual por ser este
antinatural y dañino para la sociedad,
apelan a ¨nuestra cultura, nuestras
luchas de independencia, ni con los líderes históricos de la revolución. De
igual manera, tampoco guarda ningún
vínculo con países comunistas, dígase la antigua Unión Soviética, China,
Vietnam y menos aún Corea del Norte.¨
Conga Gay en La Habana. Participa Mariela Castro Un manifestante porta una foto del Che Guevara |
Durante años la Licenciada Mariela Castro Espín busca
legitimar el matrimonio gay, y al parecer, entre los próximos cambios en la
Constitución cubana esta podría ser una concesión aceptada por el Parlamento
cubano y la élite gubernamental.
Importante
es destacar que todas las instituciones religiosas en Cuba son presas de la
voluntad del gobierno, adoptando, como es costumbre, una actitud sumisa y
colaboracionista. La carta está
escrita para conocimiento de la opinión pública internacional donde conste
que ellos ¨protestan¨ ante alguna
disposición del gobierno.
Sus
argumentos se basan en la cultura nacional, las luchas de independencia, (la
que ellos han ignorado asumiendo una plasmada indolencia social cuando el
gobierno por casi 60 años ha oprimido al propio pueblo) y el grupo de países dictadores y represores
del cristianismo y derechos humanos. Citándolos como un buen ejemplo a seguir,
apelando a la conciencia de los viejos revolucionarios que están en el poder,
igual ocurre con la memoria de los líderes históricos como el dictador Fidel
Castro y hermano Raúl.
Es
probable que lo que estén asegurando es que los hermanos y organizaciones
religiosas del extranjero no recorten
las ayudas y demás apoyo, si es que la iglesia no hace manifiesto público ante
el mal que se avecina. Pero en realidad
la Iglesia en Cuba es sorda, ciega y muda ante los desmanes del gobierno
cubano, mostrándose sumisa y colaborando
como de costumbre.
¿Quién
no sabe de la incondicionalidad al régimen del Obispo metodista Ricardo
Pereira, un definido revolucionario y miembro del Consejo de Iglesias de Cuba?
¿Y
las denominaciones Bautistas? ¿Por qué no mueven a las iglesias locales y
escriben cartas y celebran cultos, donde las congregaciones se expresen con la misma intensidad con la
que oraron por la salud del dictador Hugo Chávez y Fidel Castro, cuando estaban al borde de la muerte? ¿Por qué no
promueven esta inconformidad con el mismo ímpetu con que promueven que los hermanos vayan a las
fraudulentas votaciones del Poder Popular?
Basta
de tanta falacia.
No
sigan acariciando la mano que les oprime y oren como el pueblo de Israel;
quienes en sus oraciones eran continuas;
finalmente veamos que Dios realmente les escuche:
“Bien he visto
la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor…” Éxodo 3:7.
*Ex Pastor Bautista. Se dedicó a su ministerio dentro
de la Organización Convención Bautista de Cuba Occidental (CBCOc). Licenciado
en Teología. Periodista independiente.
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