¿Un Cura jubilado se queda sin techo?
Julio
Alonso Milián, es un sacerdote camagüeyano que ha servido por más de cuarenta
años en la Iglesia Episcopal de Cuba. Ha sido pastor de la comunidad episcopal
de Santa Clara, Jesús Nazareno, durante casi toda su vida. Y en el pasado
octubre de 2017 le llegó la hora de la jubilación forzosa.
Sin
embargo, no ha sido ésta ocasión de júbilo para el sacerdote ni para su esposa,
sino todo lo contrario. En los duros años setenta y ochenta, la entonces joven
pareja, se instaló en la “casa pastoral”
de la parroquia episcopal santaclareña. Un inmueble donado por el Doctor
Domínguez a la Iglesia Episcopal, pero que, por razones de la Ley de la
Vivienda de aquel entonces no podía ser registrado como propiedad de la
Asociación la Iglesia en Cuba (Personalidad Jurídica de la Iglesia Episcopal
cubana).
Fue
por esa causa que el Obispo ordinario de la Diócesis autorizó al padre Julio
Alonso a registrarla a su nombre y, consecuentemente, a asumir los deberes de
un propietario (Arte utilizado por casi todas las denominaciones para mantener
un nivel inmueble de funcionamiento).
Durante
muchos años este cura episcopal “pagó el
alquiler” de la casa y llegado el momento obtuvo su Título de Propiedad. El
conflicto interno en esta denominación se originó cuando, a finales de 2017, la
actual obispo de la Iglesia Episcopal en Cuba, la Reverendísima Griselda
Delgado del Carpio, exigió al padre Julio Alonso que “devolviera” la propiedad de la casa en cuestión a la Asociación la
iglesia en Cuba (la modificación de la Ley de la Vivienda ya lo permite), a
cambio de pagarle su jubilación.
La Iglesia Episcopal en Cuba, a causa de la
ausencia de una Ley de Culto que contemple todos los aspectos posibles de la
Institución religiosa, está ante un serio dilema: tiene que actuar para “recuperar” la propiedad de un inmueble y
hacer justicia a un ministro con una larguísima carrera eclesial y, ya bien
metido en la tercera edad, sin ninguna posibilidad de comprarse una casa donde
pasar, junto a su esposa, los últimos años de su vida.
Fuente: La Aurora. Publicación
quincenal editada en Santa Clara, Cuba por
el P. Félix Ramos Castilla, fundador del
Instituto Patmos. El boletín ¨La Aurora¨ promueve una campaña para una
Ley de Culto y de Libertad Religiosa. Esta noticia aparece en el último
boletín.
Soy de Santa Clara y fuí bautizado en la Iglesia Episcopal de Santa Clara donde desde muchos años a oficiado el Sacerdote Julio, excelente persona, con basta instrucción biblíca que con su ejemplo y profesionalidad logró una gran afluencia de feligreses, la cual se vió afectada cuando el representante de nuestra Iglesia a Nivel Nacional junto al de la Iglesia católica compararon al asesino de Fidel Castro con Jesucristo. Por tal motivo y en protesta con ésta infamia muchos miembros y padres de muchos jovenes que integraban la comunidad decidieron no asistir más a la Iglesia. Dentro de esas personas me encontraba yo.
ResponderEliminarPero las culpas no caen al suelo e hicieron responsable de la alta deserción a la maravillosa persona de Julio y su esposa. Por ello quisieron mucho antes de esta fecha obligarlo a tomar la jubilación. Cuando las causas de tales deserciones eran por la alta traición a Dios y a Jesús de comparar a un asesino con nuestro salvador.
Ahora hablando con la Ley de los Hombres digo que por todos es sabido que el régimen de Fidel Castro persiguió a las Iglesias en Cuba de forma extrema, lo que hizo que muchas propiedades pertenecientes a estas fueran intervenidas y por citar un ejemplo de miles, mencionaré el de la Escuela Católica Hermanos Maristas en la Calle Buen Viaje y Unión en Santa Clara.
La casa que Julio ocupaba y que ocupa para que no pasara a ser incautada por el Desgobierno cubano se inscribió a su nombre y para adquirir la titularidad tuvo que pagar todos los adeudos, si aplicamos el concepto de analogía de la misma forma que no pueden solicitar al gobierno ni la devolución física ni el pago por la intervención de Villa Maristas o también conocida como Hnos Maristas cuanto más con menos derecho se le puede exigir al Pastor Julio que devuelva la casa por la cual pagó y que de otra forma hubiese sido de todas formas perdida como fondo de la Iglesia.
Señora si uds es la máxima representante de la Iglesia Episcopal le digo con toda seriedad que se parece mas a un miembro del Gobierno de los Castros que a una representante de una Iglesia que por demás es defensora de los derechos humanos.
Deseo decirle que además de haber sido bautizado, fuí confirmado en la Iglesia Episcopal del Espíritu Santo en Miami, Florida y haré gestiones en favor del Señor Julio y su esposa.
ResponderEliminarMario Clavero:
No dudamos en incluir su comentario porque refleja los tortuosos caminos de que se valen lideres religiosos coludidos con los funcionarios de la dictadura para soslayar el derecho, esta vez el derecho de un pastor que dedico toda su vida a server. Sus argumentos son válidos y como no contamos con su dirección electrónico le invitamos a que aborde este u otros temas mediante un artículo que permita su publicación como post en el blog Religión en Revolución, envíelo a nuestra dirección electrónica.
El Editor del Blog
Naci en cuba y vivi en la casa en cuestión, ya que mi padre fue el reverendo durante unos años de la Iglesia Episcopal Jesús Nazareno. Recuerdo todavía el suelo del porche, con azulejos rosados o marrones y blancos o crema (hace mucho de esto). Luego mis padres decidieron volver a la patria de donde vinieron y nos llevaron a mi hermano y a mi a España. Pero volví a Cuba en varias ocasiones al cabo de unos años y visité la iglesia con mi madre. También la casa, ya que allí también vivieron mis padres y nosotros, sus hijos. Al volver, visité al reverendo y a su esposa, los cuales fueron siempre muy amables conmigo. Recuerdo que el reverendo me ofreció una revista de la iglesia donde se mencionaba a mi padre. La esposa del reverendo me comentaba que la casa necesitaba arreglos, y vi las habiaciones, la cocina, etc. Sentí que ambos se sentían muy vinculados a su labor feligresa y que querían sentirse mejor en la casa. Al leer este articulo me alegra saber que compraron la casa, pero me siento mal al saber que existen problemas y que no se en que ha terminado todo, si siguen viviendo allí o no. Me gustaría que fuera así, ya que un matrimonio de su edad necesita tranquilidad y en su situación, después de toda la labor y vida entregada a la iglesia, es terrible que les quieran quitar algo que en mi opinion les pertenece por todos los años que han vivido en ella, y los arreglos que habían hecho, aunque fueran sencillos, pues recuerdo que la casa , por la situación económica necesitaba reparaciones y afectaba el ánimo de la esposa, una mujer sencilla y amable siempre conmigo. Los visité en dos ocasiones, en diferentes años. Este articulo fue escrito hace dos años. Qué fue de la casa? Siguen allí? Eso espero. Estaba yo mirando el mapa con El Barrio del reparto Dominguez en Google Earth y he sentido mucha nostalgia pero al tiempo me gusta saber que a pesar del tiempo los lugares siguen ahi, la iglesia, la casa. Mi madre puso unas calcomanías de Peter Pan y Campanilla en la habitación donde yo dormía. Y muchos años después, al visitar al reverendo y su esposa, fui a dicha habitación y todavía estaban, aunque ya casi borrados. Hay mucha historia y mucha entrega en esta casa. Ojalá este matrimonio la sigan disfrutando.
ResponderEliminarHas been 25 years sense I spoken to Julio and his wife, but I do recall he bought that house, I spent most of my childhood in that house. I can remember the day he said he bought it and he always took good care of the house. They have no right to take it away.
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