La carta prometida.
RECONCILIACION
Jesucristo les bendiga:
Sí bien pido perdón por haber dado lugar a que los enemigos del
Evangelio de Jesucristo se regocijen causando división dentro de la iglesia, sí
quiero dejarle bien claro a la Sección 3 de la Inteligencia que es la encargada
de sabotear los asuntos religiosos que están equivocados, pues con la
reconciliación salimos fortalecidos, porque aunque no tengamos los recursos que
ellos tienen para destruir, tenemos a Dios con nosotros.
Por ello es que quiero exhortar a todos los pastores y líderes de la
iglesia a que con sabiduría no dejemos de denunciar públicamente las agresiones
a que estamos sujetos por parte de las autoridades, pues este es por ahora el
único mecanismo de defensa natural que tenemos para evitar los excesos que
cometieron hasta hace poco.
Le confesé al Ap. Carlos Montoya que mi enojo no era porque me hubiera detenido
el sermón, sino porque no me hubiera comunicado lo que le pasaba para apoyarlo
más, que podía entender a la presión que estaba sujeto y que yo estaba
preparado para asumir cualquier responsabilidad.
Él sabe bien que con demostraciones lo he apoyado incondicionalmente
haciendo de sus problemas mis problemas, de su iglesia mi iglesia y de su familia mi familia.
En cuanto a pedirle disculpas públicamente creo que se equivocó, yo le
dije que iba a pedir ¡PERDÓN!
públicamente.
“Pero yo os digo que cualquiera
que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y cualquiera que
diga: Necio, a su hermano, será culpable
ante el concilio; y cualquiera que le
diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano,
y entonces ven y presenta tu ofrenda”. (Mateo 5:22-24).
Cuba necesita un impacto de conciencia colectiva que solo será posible
a través de la difusión de la Verdad por
todos los medios.
Pr.
Manuel Alberto Morejón Soler
Doy gracias a Dios por este gesto de humildad al pedir PERDON de este hermano. Considero que tambien el pastor Montolla debe dar su parecer ante esta confesion. Yo conozco a ambos pastores y se que ambos temen a Dios y han sufrido de persecusion por el Regimen y de religiosos colaboradores del Gobierno. Que este escoyo sirva para alecionar a todos y recuperar el terreno que el ENEMIGO poseyo.Seamos maduros dentro de la oposicion pues el maligno siempre ha sembado la SIZANA entre nosotros.DIOS LES BENDIGA ES MI RUEGO A DIOS.
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