Por:
Gerardo E. Chávez Spínola
Ofrendas
y promesas religiosas, constituyen manifestaciones tradicionalmente socorridas
por parte de los creyentes, en casi todas las líneas de pensamiento devocional
practicadas en La Mayor de las Antillas. Para muchos cubanos, estas expresiones
de la religiosidad popular, más allá del reconocimiento por el favor recibido,
han sido formal expresión de sagrada alianza entre el practicante y su deidad.
La Milagrosa |
Es
por eso que promesas y ofrendas han sido siempre vínculo de relación directa,
entre el hecho milagroso que le da origen, la divinidad solicitada y la persona
para la cual este suceso se ha cumplido. Aunque en el amplio abanico de
creencias implicados dentro de lo que hoy se ha dado en llamar la religiosidad
popular, esta manifestación de fervor no se produce solo para con las
omnipotencias, sino que también alcanza a personajes humanos existentes en la
vida real, canonizados por voluntad de determinados grupos sociales. En otro
contexto nacional, ya fuera del marco religioso, también están incluidos protagonistas
que han alcanzado las fronteras arquetípicas del héroe respetado, a los cuales
se llevan ofrendas (generalmente florales) en el aniversario de su desaparición
o nacimiento, lo que coadyuva a mantenerles siempre vivos en la memoria social.
Las
ofrendas florales a los fallecidos, para algunos solo se refieren a costumbres
tradicionales que representan manifestaciones de respeto y rememoración para
con aquellos que ya no están. Mas para otros significan, intentos de
restablecimiento de aquel vínculo desaparecido, entre el ofrendante y quienes
hicieron su última transición. Así los cementerios son escenarios siempre
abiertos a las ofrendas, aunque a veces estas no sean solo florales. En el
Cementerio de Colón en La Habana, varias tumbas reciben exvotos devocionales
materializadas en peculiares representaciones.
Para
leer todo el articulo hacer CLIC AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario