Jesús
nos enseñó que la iglesia era y será por siempre la encargada de guardar y
diseminar sus preceptos más extraordinarios. Por eso en la carta a Timoteo,
Pablo dice que la iglesia es columna y baluarte de la verdad. Entonces no está mal que nos llamen libertadores
de conciencia a los que predicamos que la única manera que el hombre pueda ser
libre es por medio de recibir a Cristo como su Salvador y Señor. Si el hijo os libertare seréis verdaderamente libres, dijo
el propio Jesús.
En
otra de sus soberbias epístolas el mismo apóstol indica, que la iglesia dará a
conocer a los principados y potestades
en los lugares celestiales la multiforme sabiduría de Dios (Carta a los efesios
capítulo 3). Si la iglesia falla en esto habríamos perdido la sal y para nada
serviríamos. Las iglesias que venden el evangelio
están hurañas y desabridas. Tristemente en la Cuba hoy, prolifera este tipo de
iglesia.
Lo que
necesitan los pecadores, la gente en la Cuba comunista de hoy, los muertos en
los caminos del Señor que están llenos de política y de confusión, repletos de
espíritus del panteón Yoruba, de la regla Conga o del Palo Monte, de espíritus
familiares, y otras sociedades secretas; no es más instrucción, no es mejoras
en la educación, no son mayores libertades, ni más medicinas, ni mejores normas morales y de conductas; lo que
necesitan los pecadores es la nueva vida que sólo Jesucristo da gratuitamente.
Pablo
tuvo una visión que se repite hoy en la nación cubana. Y se le mostró a Pablo
una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo:
Pasa a Macedonia y ayúdanos (Hechos 16: 9). Hay un varón como en Macedonia, que
se ha parado para pedir ayuda, ese varón representa al pueblo de Cuba, que está
entendiendo la necesidad del cambio. Ese hombre está como Lázaro atado y sin
poder salir de su mísera condición. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz:
¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies
con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y
dejadle ir (Juan 11: 43 y 44).
El
mundo necesita a cristianos de unción que desaten a los Lázaros que todavía
están atados; los Lázaros no se pueden soltar por ellos mismos, necesitan de
otros que lo ayuden. Las drogas, el alcohol, las fornicaciones, la religión, la
política ata a los Lázaros con cuerdas que se van apretando a diario. Manos
atadas, significa incapacidad de obrar. Pies inutilizados, es la incapacidad de
moverse. Y velo sobre sus ojos que los enceguece tipifica a hombres que se
fueron de la visión del propósito divino.
Lo que
pasa es que la iglesia de hoy está llorando como los judíos de aquel tiempo,
temerosos ,sin poder y sin testimonio; y cuando Dios levanta una congregación
firme para romper ataduras, entonces aparecen las Martas diciendo: No lo hagas
porque hiede. ¿Qué estás haciendo, amado hermano, por los hombres y mujeres atados en la Cuba
del siglo XXI?
Jesús,
profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una
piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que
había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
Debes
saber que siempre que decidas a hacer algo por el Señor tendrás la oposición
del enemigo. Nosotros nos hemos propuesto libertar con amor y poder a los
pecadores. Millones de cubanos se han
perdido y se pierden la gloria de Dios porque están confundidos y
atados. La iglesia tiene que orar, ayunar y hacer guerra espiritual a todos los niveles para romper las cadenas.
Jesús
le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (Juan 11:
38-40).
Todo
lo que necesitamos es creer y poner la fe por obra. La iglesia tiene que volver
al patrón original donde lo sobrenatural era lo natural. Hoy lo sobrenatural es
catalogado de diabólico en muchas congregaciones. Siempre hay una parte que le
corresponde al hombre. Eso no lo hará Dios, así como lo de Dios, jamás lo podrá
realizar el hombre. Marta no quería quitar la piedra porque Lázaro apestaba.
Muchos impiden a Dios obrar y frenan la bendición, porque tienen un muerto adentro; el muerto es
el pecado que hiede más que el propio Lázaro.
La
política es un espíritu, por tanto la iglesia combate a ese espíritu con armas
que no pueden ser carnales. El comunismo es un engendro del infierno, aunque
tenga apariencia de piedad, por su filosofía ateísta y que ha llevado tanta
gente a la eternidad sin Cristo en nuestra nación. No es problema de carencia
de comida, ni de ropa y calzado, la esencia es que la ideología comunista es
enemiga del reino de Dios. La iglesia no
es la adversaria de la izquierda pues plantó su fe mucho antes que los
comunistas. Son los marxistas quienes atacaron la fe cristiana hace apenas dos
centurias atrás, tildándola de incompetente y mentirosa. Fue Marx quien se
atrevió a decir, que la religión era el opio de los pueblos. La iglesia se levanta
en cualquier país del mundo a soltar levadura sobre la masa de la humanidad que
se bambolea sin propósito de una moda a otra y de una corriente esotérica a
otra. Los dioses de los negros africanos no pudieron librarlos de la
esclavitud, ni pudieron vencer a los españoles, por eso los mambises tuvieron
que coger el machete y salir a pelear por la libertad de Cuba. Así que los adoradores de Obatalá, Orula,
Olofin, Yemayá, y todos los demás que completan su panteón, sepan que sus
dioses son solos demonios incompetentes vencidos por Cristo en la cruz del
Calvario.
Los
marxistas quieren la igualdad de todos los hombres, pero el igualitarismo es
diabólico, porque es una igualdad que pretende unir a todos al nivel más
precario. Es una unidad de mezquindad y pobreza, porque en verdad ellos no
tienen más que dar que no sea miseria.
*Articulo
tomado del libro inédito: “Cicatrices”.
**Pastor – Apóstol. Miembro de la directiva de la Coalición Apostólica Cubana.
Dirige la Red Apostólica “Viento Recio” que cuenta con más de 20 pastores. Esta
red está bajo la paternidad de Apóstol José Félix Coronel. Desempeña su
apostolado en la Iglesia de Las Tunas, Cuba. Es Licenciado en Cultura Física y
tiene una maestría y doctorado en Ministerio cristiano por estudios dirigidos.
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