Carta Abierta a los Obispos Cubanos.
MIAMI, Florida, 18 de febrero de 2009.
Excelencias:
Como ustedes deben conocer, ya hace más de una semana que se hizo pública la "Carta Abierta al General Raúl Castro" escrita por el padre José Conrado Rodríguez. La prensa internacional se ha hecho eco de este nuevo derroche de audacia y sinceridad por parte de un sacerdote cubano, que vive en Cuba, comprometido con su pueblo. Donde único no se puede encontrar ni la carta, ni la menor referencia a ella, es en los órganos oficiales del Partido Comunista de Cuba, en los medios de la Iglesia Católica Cubana y en aquellos medios a los cuales no les interesa o sencillamente les molesta su contenido.
Realmente nos apena que la Iglesia Cubana se preste para este juego de mentiras: sus razones tendrá, pero quienes hemos tenido que emigrar porque nuestra vida corría peligro y quienes hemos sufrido el presidio político del régimen castrista no podemos entender el silencio prolongado de la jerarquía católica cubana. Y es mucho más incomprensible si ese silencio va unido a los coqueteos políticos y diplomáticos de los que nos llegan noticias.
¿Como puede la web de la Iglesia Cubana estar llena de noticias insulsas y foráneas como el recibimiento del Cardenal a Bachelet, una reunión de canarios en Cabaiguán o una jornada de oración pro-vida que se celebrará en América Latina y España, e ignorar un acontecimiento trascendental como esta carta?
Sobre sus conciencias recaen las decisiones presentes. No entreguen más silencio cómplice a cambio de procesiones y de minutos al aire en emisoras provinciales que nadie escucha. Hora es ya de despertar. Cf. Rom 13, 11.
Fraternalmente,
Eduardo Álvarez.
MIAMI, Florida, 18 de febrero de 2009.
Excelencias:
Como ustedes deben conocer, ya hace más de una semana que se hizo pública la "Carta Abierta al General Raúl Castro" escrita por el padre José Conrado Rodríguez. La prensa internacional se ha hecho eco de este nuevo derroche de audacia y sinceridad por parte de un sacerdote cubano, que vive en Cuba, comprometido con su pueblo. Donde único no se puede encontrar ni la carta, ni la menor referencia a ella, es en los órganos oficiales del Partido Comunista de Cuba, en los medios de la Iglesia Católica Cubana y en aquellos medios a los cuales no les interesa o sencillamente les molesta su contenido.
Realmente nos apena que la Iglesia Cubana se preste para este juego de mentiras: sus razones tendrá, pero quienes hemos tenido que emigrar porque nuestra vida corría peligro y quienes hemos sufrido el presidio político del régimen castrista no podemos entender el silencio prolongado de la jerarquía católica cubana. Y es mucho más incomprensible si ese silencio va unido a los coqueteos políticos y diplomáticos de los que nos llegan noticias.
¿Como puede la web de la Iglesia Cubana estar llena de noticias insulsas y foráneas como el recibimiento del Cardenal a Bachelet, una reunión de canarios en Cabaiguán o una jornada de oración pro-vida que se celebrará en América Latina y España, e ignorar un acontecimiento trascendental como esta carta?
Sobre sus conciencias recaen las decisiones presentes. No entreguen más silencio cómplice a cambio de procesiones y de minutos al aire en emisoras provinciales que nadie escucha. Hora es ya de despertar. Cf. Rom 13, 11.
Fraternalmente,
Eduardo Álvarez.
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