Pastor: José Enrique Pérez.*
El pasado día 31 de octubre en el Blog: Religión en Revolución, apareció la primera parte de un escrito del Rev. José Carlos Pérez Hernández, con el titulo: “Alerta al pueblo cristiano por la Campaña “50 días de Oración por Cuba” promovido por la directiva de la Convención Bautista de Cuba Occidental”.
El enlace a dicho sitio es el siguiente: http://religionrevolucion.blogspot.com/2008/10/una-alerta-al-pueblo-cristiano-de.html
Con el ánimo de aclarar la verdadera razón que motivó a la directiva de nuestra convención el promover dicha campaña, aquí exponemos los siguientes argumentos:
RAZONES PARA CONVOCAR A LOS CRISTIANOS A UNA CAMPAÑA DE ORACIÓN POR CUBA.
¡Si estimados hermanos en Cristo!, la campaña “50 Días de Oración por Cuba” ¡es una alerta al pueblo cristiano!
• Es una alerta porque hay más de 11 millones de cubanos sin conocer la verdad del evangelio de Jesucristo, y van a ir al infierno si no hacen una entrega incondicional a El.
• Es una alerta porque nuestro Padre que está en los cielos “no quiere que se pierda ninguno de estos” (Mateo 18:14) y nos comisionó a nosotros, su iglesia a cumplir esta tarea: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones” (Mt 28.19)
• Es una alerta para que los creyentes que han descuidado el orar por la salvación de nuestros conciudadanos, lo hagan pues se nos ha mandado que: “ante todo, hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos,… pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.” (1 Ti 2.1, 4). “Finalmente hermanos, les suplico que oren por nosotros. Pidan que el mensaje del Señor se propague rápidamente y que dondequiera que llegue, conquiste, como entre ustedes, almas para Cristo” (2 Tesalonicenses 3:1, Mensaje)
• Es una alerta por las miles de comunidades y asentamientos poblacionales en Cuba que carecen de la presencia de una iglesia viva de Jesucristo. El único antídoto que puede tener nuestra nación para combatir el vacio y la oscuridad espiritual en que está, es la presencia de una iglesia en cada comunidad, que sea un reflejo de la luz de Cristo: “Ustedes son la luz del mundo... Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”. (Mt 5.14, 16)
• Es una alerta a la iglesia para que se ocupe de asistir al perdido y lo ministre de la manera que Jesús nos mandó “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.” (Mt 25.35-36)
• Es una alerta a la iglesia para que confiese sus pecados y pueda transferir los valores del Reino de manera ejemplar a toda la nación. La problemática del pecado requiere que seamos un pueblo que practica a diario la disciplina de la confesión. Es la única forma en que podremos andar en santidad, pues día a día ofendemos a Dios de muchas y diferentes maneras.
• Es una alerta para que seamos un pueblo dispuesto a aprender el camino por el que debemos andar. El pecado resulta, muchas veces, de nuestra ignorancia de los designios de nuestro Dios. «El camino del necio es recto a sus propios ojos» (Pr 12.15 - LBLA) “Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran”. (Mt 7.14)
• Es una alerta a la iglesia por el pecado de rebeldía. El Señor se vale de una clara ilustración para ayudarnos a entender la postura de rebeldía que debemos evitar: «No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti». (Salmo 32.9) La terquedad del mulo y la naturaleza arisca del caballo señalan claramente la dificultad que el hombre enfrenta en su deseo de caminar con Dios: somos un pueblo que preferimos andar en nuestros propios caminos que en los caminos del Señor, que creemos más en nuestra propia sabiduría que en la de Jehová. Alertamos que la única manera de no caer en esta actitud es orando y pasando un tiempo diario en comunión con Dios “Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado” (Salmo 32:6)
• Es una alerta a la iglesia para que ore por la recuperación y equipamiento de sus líderes, pues la tarea de ganar a Cuba para Cristo, requiere de guías que estén motivados por la fe en Dios, la esperanza del cielo, el amor a los demás y el compromiso a ser como Jesús; a darse por entero a nuestra nación.
• Es una alerta a la iglesia a orar por la unidad, no a un movimiento ecuménico, sino a la que Cristo quiere y por la que El mismo nos enseño a orar: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17:21)
• Es una alerta a los líderes de la obra de Cristo, para en lugar de discutir cuestiones intrascendentes a través del ciberespacio o desde los púlpitos; nos unamos a orar y a planificar la manera de transformar nuestra patria para Cristo. Es una alerta para mostrar la unidad entre nosotros, de manera tal que el mundo crea que Cristo nos ha enviado, en lugar de confundir al no creyente y ser piedra de tropiezo a los débiles en la fe, con nuestras discusiones absurdas. La campaña “50 Días de Oración” es una invitación a los lideres de buena voluntad a combatir en sí mismo todo egocentrismo y tratar de completar el gozo de nuestros padres espirituales, que Dios aprobó como palabra suya: “Hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito”. (Filipenses 2:2-5 NBH). Les confieso que para lograr esto necesitamos orar mucho más.
• Es una alerta a la iglesia cubana a interceder por los gobernantes, “por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. (1 Ti 2.2-4). Cuando Pablo aconsejó al joven pastor Timoteo a orar por los reyes, estaba pidiendo oración nada más y nada menos que por el emperador que había decidido linchar a todos los cristianos del imperio. Y no le estaba pidiendo que hiciera la oración que tal vez alguno de nosotros haya hecho alguna vez: -“Señor, elimínalo”; al contrario le recomendó que la oración fuese “en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda” (1 Ti 2.8-9). Pablo podía decir aquello porque en su corazón estaba el mismo anhelo de su Señor, de que aquellos déspotas gobernantes alcanzaran salvación y compartieran junto con los redimidos las bendiciones del Reino de Cristo.
• La campaña “50 Días de Oración por Cuba” es una alerta al pueblo cristiano a que se comprometa únicamente al Reino de Cristo: “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt 6.33). Su Reino “no es de este mundo“(Juan 18:38 NVI). Nuestra ciudadanía está en el cielo, así lo ha declarado nuestro propio Señor: “Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo” (Juan 17:16). Al momento de nuestra conversión, Dios pudo habernos llevado de inmediato al cielo, ese lugar donde se cumple la perfecta voluntad de Dios, pero El decidió dejarnos en Cuba “como embajadores de Cristo” (2 Corintios 5:20) y como embajador no estoy llamado a cambiar las leyes del lugar donde he sido puesto. Mi tarea como embajador es representar al reino a que pertenezco y cumplir la tarea que nuestro Rey nos ha dado: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.» Sepan queridos hermanos que el ministerio que hemos recibido de parte de Dios es el de la reconciliación. La tarea por la que voy a ser evaluado al llegar al cielo será: cuanto hice por reconciliar al hombre con Dios.
• Es una alerta a la iglesia para que centre su lucha por los “deberes humanos” y no en los “derechos humanos”. Los seres humanos reclaman derechos, Dios exige deberes. Los deberes del hombre pueden resumirse en dos cosas: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente y Ama a tu prójimo como a ti mismo.” (Mt 22.37-39). Lo único que podrá transformar al mundo de una vez y para siempre, lo único que hará posible un mundo mejor, son estos dos principios. Ese es el “programa político” del Reino de Cristo, al que nosotros nos hemos entregado por completo.
• Es una alerta a la iglesia para que aprenda que en la oración tenemos la más poderosa arma para transformar al mundo. Dijo R. A. Torrey "La oración es la llave que abre el depósito de la gracia y poder infinitos de Dios". Aun los gobernantes del mundo tiemblan cuando la iglesia se une para orar. Nuestro equipo de trabajo ha querido llamar a la iglesia a clamar al Dios que “cambia los tiempos y las épocas, que pone y depone reyes”. (Dn 2.21); a orar a aquel que se le “ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra”. (Mt 28.18). Nuestra alerta a la iglesia es para que aprenda a orar como el apóstol Pablo: “Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo”. (Ef. 1.17-23)
• Finalmente es una alerta a la iglesia para que no deje de orar como nuestro Señor nos enseñó: “Venga tu Reino y hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Es una alerta para que la iglesia no deje de “velar y orar” (Marcos 13.33), porque el tiempo de su venida esta cerca.
Mis amados hermanos en Cristo, estas fueron las razones que nos impulsaron a llamar a nuestras iglesias a la oración. No hay “Objetivos paralelos en la Campaña 50 Días de Oración por Cuba” (ver segunda parte del articulo publicado en el mismo blog el día 5 de noviembre). Aun así, si alguien se ha sentido ofendido por alguna frase mal dicha o alguna interpretación errónea del texto bíblico usado en el Manual de Oraciones Diarias de la Campaña, nosotros estamos abiertos para enmendar nuestro error. Pero deseamos que todo lo que se haga sea para la edificación de los oyentes: “Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación”. (Ro 14.19)
En el amor de Cristo:
José Enrique Pérez. Pastor y Promotor de Oración Convención Bautista de Cuba Occidental.
Hoy es el día 238 después de resurrección 2008, fecha en que se inicio la campaña “50 Días” y el año de oración por Cuba. ¡Seguimos orando sin cesar por Cuba!
El pasado día 31 de octubre en el Blog: Religión en Revolución, apareció la primera parte de un escrito del Rev. José Carlos Pérez Hernández, con el titulo: “Alerta al pueblo cristiano por la Campaña “50 días de Oración por Cuba” promovido por la directiva de la Convención Bautista de Cuba Occidental”.
El enlace a dicho sitio es el siguiente: http://religionrevolucion.blogspot.com/2008/10/una-alerta-al-pueblo-cristiano-de.html
Con el ánimo de aclarar la verdadera razón que motivó a la directiva de nuestra convención el promover dicha campaña, aquí exponemos los siguientes argumentos:
RAZONES PARA CONVOCAR A LOS CRISTIANOS A UNA CAMPAÑA DE ORACIÓN POR CUBA.
¡Si estimados hermanos en Cristo!, la campaña “50 Días de Oración por Cuba” ¡es una alerta al pueblo cristiano!
• Es una alerta porque hay más de 11 millones de cubanos sin conocer la verdad del evangelio de Jesucristo, y van a ir al infierno si no hacen una entrega incondicional a El.
• Es una alerta porque nuestro Padre que está en los cielos “no quiere que se pierda ninguno de estos” (Mateo 18:14) y nos comisionó a nosotros, su iglesia a cumplir esta tarea: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones” (Mt 28.19)
• Es una alerta para que los creyentes que han descuidado el orar por la salvación de nuestros conciudadanos, lo hagan pues se nos ha mandado que: “ante todo, hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos,… pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.” (1 Ti 2.1, 4). “Finalmente hermanos, les suplico que oren por nosotros. Pidan que el mensaje del Señor se propague rápidamente y que dondequiera que llegue, conquiste, como entre ustedes, almas para Cristo” (2 Tesalonicenses 3:1, Mensaje)
• Es una alerta por las miles de comunidades y asentamientos poblacionales en Cuba que carecen de la presencia de una iglesia viva de Jesucristo. El único antídoto que puede tener nuestra nación para combatir el vacio y la oscuridad espiritual en que está, es la presencia de una iglesia en cada comunidad, que sea un reflejo de la luz de Cristo: “Ustedes son la luz del mundo... Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”. (Mt 5.14, 16)
• Es una alerta a la iglesia para que se ocupe de asistir al perdido y lo ministre de la manera que Jesús nos mandó “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.” (Mt 25.35-36)
• Es una alerta a la iglesia para que confiese sus pecados y pueda transferir los valores del Reino de manera ejemplar a toda la nación. La problemática del pecado requiere que seamos un pueblo que practica a diario la disciplina de la confesión. Es la única forma en que podremos andar en santidad, pues día a día ofendemos a Dios de muchas y diferentes maneras.
• Es una alerta para que seamos un pueblo dispuesto a aprender el camino por el que debemos andar. El pecado resulta, muchas veces, de nuestra ignorancia de los designios de nuestro Dios. «El camino del necio es recto a sus propios ojos» (Pr 12.15 - LBLA) “Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran”. (Mt 7.14)
• Es una alerta a la iglesia por el pecado de rebeldía. El Señor se vale de una clara ilustración para ayudarnos a entender la postura de rebeldía que debemos evitar: «No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti». (Salmo 32.9) La terquedad del mulo y la naturaleza arisca del caballo señalan claramente la dificultad que el hombre enfrenta en su deseo de caminar con Dios: somos un pueblo que preferimos andar en nuestros propios caminos que en los caminos del Señor, que creemos más en nuestra propia sabiduría que en la de Jehová. Alertamos que la única manera de no caer en esta actitud es orando y pasando un tiempo diario en comunión con Dios “Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado” (Salmo 32:6)
• Es una alerta a la iglesia para que ore por la recuperación y equipamiento de sus líderes, pues la tarea de ganar a Cuba para Cristo, requiere de guías que estén motivados por la fe en Dios, la esperanza del cielo, el amor a los demás y el compromiso a ser como Jesús; a darse por entero a nuestra nación.
• Es una alerta a la iglesia a orar por la unidad, no a un movimiento ecuménico, sino a la que Cristo quiere y por la que El mismo nos enseño a orar: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17:21)
• Es una alerta a los líderes de la obra de Cristo, para en lugar de discutir cuestiones intrascendentes a través del ciberespacio o desde los púlpitos; nos unamos a orar y a planificar la manera de transformar nuestra patria para Cristo. Es una alerta para mostrar la unidad entre nosotros, de manera tal que el mundo crea que Cristo nos ha enviado, en lugar de confundir al no creyente y ser piedra de tropiezo a los débiles en la fe, con nuestras discusiones absurdas. La campaña “50 Días de Oración” es una invitación a los lideres de buena voluntad a combatir en sí mismo todo egocentrismo y tratar de completar el gozo de nuestros padres espirituales, que Dios aprobó como palabra suya: “Hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito”. (Filipenses 2:2-5 NBH). Les confieso que para lograr esto necesitamos orar mucho más.
• Es una alerta a la iglesia cubana a interceder por los gobernantes, “por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. (1 Ti 2.2-4). Cuando Pablo aconsejó al joven pastor Timoteo a orar por los reyes, estaba pidiendo oración nada más y nada menos que por el emperador que había decidido linchar a todos los cristianos del imperio. Y no le estaba pidiendo que hiciera la oración que tal vez alguno de nosotros haya hecho alguna vez: -“Señor, elimínalo”; al contrario le recomendó que la oración fuese “en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda” (1 Ti 2.8-9). Pablo podía decir aquello porque en su corazón estaba el mismo anhelo de su Señor, de que aquellos déspotas gobernantes alcanzaran salvación y compartieran junto con los redimidos las bendiciones del Reino de Cristo.
• La campaña “50 Días de Oración por Cuba” es una alerta al pueblo cristiano a que se comprometa únicamente al Reino de Cristo: “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt 6.33). Su Reino “no es de este mundo“(Juan 18:38 NVI). Nuestra ciudadanía está en el cielo, así lo ha declarado nuestro propio Señor: “Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo” (Juan 17:16). Al momento de nuestra conversión, Dios pudo habernos llevado de inmediato al cielo, ese lugar donde se cumple la perfecta voluntad de Dios, pero El decidió dejarnos en Cuba “como embajadores de Cristo” (2 Corintios 5:20) y como embajador no estoy llamado a cambiar las leyes del lugar donde he sido puesto. Mi tarea como embajador es representar al reino a que pertenezco y cumplir la tarea que nuestro Rey nos ha dado: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.» Sepan queridos hermanos que el ministerio que hemos recibido de parte de Dios es el de la reconciliación. La tarea por la que voy a ser evaluado al llegar al cielo será: cuanto hice por reconciliar al hombre con Dios.
• Es una alerta a la iglesia para que centre su lucha por los “deberes humanos” y no en los “derechos humanos”. Los seres humanos reclaman derechos, Dios exige deberes. Los deberes del hombre pueden resumirse en dos cosas: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente y Ama a tu prójimo como a ti mismo.” (Mt 22.37-39). Lo único que podrá transformar al mundo de una vez y para siempre, lo único que hará posible un mundo mejor, son estos dos principios. Ese es el “programa político” del Reino de Cristo, al que nosotros nos hemos entregado por completo.
• Es una alerta a la iglesia para que aprenda que en la oración tenemos la más poderosa arma para transformar al mundo. Dijo R. A. Torrey "La oración es la llave que abre el depósito de la gracia y poder infinitos de Dios". Aun los gobernantes del mundo tiemblan cuando la iglesia se une para orar. Nuestro equipo de trabajo ha querido llamar a la iglesia a clamar al Dios que “cambia los tiempos y las épocas, que pone y depone reyes”. (Dn 2.21); a orar a aquel que se le “ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra”. (Mt 28.18). Nuestra alerta a la iglesia es para que aprenda a orar como el apóstol Pablo: “Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo”. (Ef. 1.17-23)
• Finalmente es una alerta a la iglesia para que no deje de orar como nuestro Señor nos enseñó: “Venga tu Reino y hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Es una alerta para que la iglesia no deje de “velar y orar” (Marcos 13.33), porque el tiempo de su venida esta cerca.
Mis amados hermanos en Cristo, estas fueron las razones que nos impulsaron a llamar a nuestras iglesias a la oración. No hay “Objetivos paralelos en la Campaña 50 Días de Oración por Cuba” (ver segunda parte del articulo publicado en el mismo blog el día 5 de noviembre). Aun así, si alguien se ha sentido ofendido por alguna frase mal dicha o alguna interpretación errónea del texto bíblico usado en el Manual de Oraciones Diarias de la Campaña, nosotros estamos abiertos para enmendar nuestro error. Pero deseamos que todo lo que se haga sea para la edificación de los oyentes: “Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación”. (Ro 14.19)
En el amor de Cristo:
José Enrique Pérez. Pastor y Promotor de Oración Convención Bautista de Cuba Occidental.
Hoy es el día 238 después de resurrección 2008, fecha en que se inicio la campaña “50 Días” y el año de oración por Cuba. ¡Seguimos orando sin cesar por Cuba!