julio 08, 2022

SACRIFICIO

 

Algunos aseguran que , si hemos sobrevivido como especie es gracias a nuestro sentido de grupo y cooperación. Estudios indican también  que, esa colaboración vivenciada en nuestro pasado evolutivo hace que, en cierto modo, sigamos sintiendo que renunciar a algo por alguien tiene sentido y utilidad.  Sacrificarse por los demás es algo que en realidad hemos hecho siempre.

Sobre el asunto de las huelgas de hambre y los ayunos , escribí en mi artículo : “Dieta para ayunantes” sobre las jornadas en “Tamarindo 34” de las cuales fui testigo en aquel año azaroso del 1999. No voy a volver sobre esto ni argumentar trayéndolo al presente.


La huelga de hambre y sed que hoy hace el científico cubano Ariel Ruiz Urquiola , en su quinto día, frente al frente al palacio Wilson,  sede de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, Suiza, es desde mi punto de vista: peligrosa y preocupante .

Una huelga de hambre y sed, no es un ayuno en sí que provoque un acto de  penitencia; demanda y búsqueda de algún derecho vulnerado. Es una sacrifico que envuelve a una persona frágil, íntegro en su quehacer y empeñando en lo que él considera una entrega  de necesaria colaboración frente a una realidad que nos alcanza a todos. Este pues en un sacrifico que aflige al hombre en su alma en prolongados días de ayuno total y sed …,

El que no asuma el sacrificio de tal ayuno y sed no quiere decir que me desdiga. El ser integro que descansa en su conciencia hoy delante del palacio Wilson , reclama una justicia que no llega. Si al menos no tengo la entereza de solidarizarme , menos puedo decir cuando tantos no seamos capaces de sacrificarnos y asumimos el pudor de callar – y no juzgar- antes los que se sacrifican.

Ahí está sentado, callado; en acto sacrificial y humano.

Intercedamos por él ante Dios, porque acto así, puede conducirlo a la muerte inevitable.

Eloy A González [julio 8, 2022]

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