agosto 18, 2017

Iglesia Política del avestruz y de la caja del gato Primera Parte.

Recibimos este extenso artículo en dos partes del periodista independiente, Jaime Leygonier, quien en su momento se dirigió al director y a la Editora de la Revista “Palabra Nueva” exponiéndoles una relación de problemas de la iglesia que no estaban resueltos a pesar de sus peticiones; en su momento el comunicador solicito que se rectificase y poder hacer uso del derecho de réplica. Aquí incluimos la primera parte de este artículo.

Iglesia: Política “del avestruz” y de “la caja del gato” I
No importa de qué problema interno o escándalo eclesiástico usted se queje a sus obispos, sacerdotes, o Papa (hasta les pedí investigaran sobre presunta violación del secreto de confesión) no recibirá respuesta ni solución: Sencillamente usted no existe.
Según experiencia de casi dos décadas tocando a esa puerta, que, opuesta a la de Cristo, es: “llamad y no os abrirán, buscad y no hallareis y pedid y no os darán.”
El silencio ante la queja, es política de las autoridades castristas, enemigas de reconocer errores y “escribir finales felices”. Pero, por evitarse mala propaganda, alguna vez reaccionan y “se limpian”. Quienes dirigen la Iglesia, jamás. Eternizan sus suciedades.
Función social del periodista independiente es clamar en el desierto cubano, con la mira de que su denuncia contribuya a una reacción positiva de las autoridades:
Como algún mejoramiento en el 2017 de la sala de geriatría del Hospital Diez de Octubre, sumida en el 2008 en condiciones infrahumanas de sepsis y pésima atención, la reciente reparación de parques, parar el monumento derribado de la Loma de Jesús el Monte.Palo Palo Monte”,(Cuyas profanaciones podría acabarlas el Gobierno, si quisiera, pues “los paleros” guardan en sus domicilios los restos de difuntos y las autoridades saben quiénes son; pero no los molestan).
Pero de nada sirvió escribirle al Arzobispado de La Habana, a Obispos, como Mons. Jorge E. Serpa Pérez, a la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (C.O.C.C.) sobre diversas faltas previstas en el Código de Derecho Canónico, Código Penal cubano o que, sencillamente, las veda la caridad, como:
Obstáculos arquitectónicos en las iglesias; cuyas puertas coloniales las abren en forma incompleta y así impiden el acceso a personas en sillas de rueda y ponen a los ancianos en peligro de accidentarse.
Ejemplos: Templos de Monserrate, de Nuestra Señora de La Guardia y Capilla del Sagrario de la Catedral de La Habana, por la calle Cuba.
Robo de imágenes y bienes por el párroco de Jesús del Monte, R.P. Luis Alberto Formoso, quien no hizo la entrega correspondiente mediante inventario al párroco nuevo, quien al sustituirlo encontró la parroquia “pelá”, hasta sin una olla para cocinar. (Cartas al arzobispo Ortega y al C.O.C.C., 12 de marzo y 9 de junio, 2015).
El párroco Formoso alegó ser el propietario de lo que se llevó, pese a que eran objetos de culto público o que recibió de párrocos anteriores: El inventario viejo, desapareció.
Disolución del catecismo en esa parroquia.
Peticiones de que no efectuaran actos públicos y visitas papales sin obtener garantía de las autoridades de que no acosarían, amenazarían y apresarían a opositores, indigentes y enfermos mentales, como ocurrió con redadas masivas.
Sabían que ocurriría, por experiencia y por nuestro aviso y la moral, no deja lugar a dudas en la elección entre suspender el acto o efectuarlo a costa de ese sufrimiento de miles de represaliados. La Diplomacia se concede el ser inmoral, la Iglesia no puede.
Difamación por parte del obispo Serpa contra “los 70” (presos de conciencia condenados en el 2003) mediante libelo en la revista Palabra Nueva, del Arzobispado de la Habana, Mons. Serpa, declaró, sin argumentarlo, que “algunos de los 70 no eran presos políticos sino presos comunes”.
Ni este obispo ni la revista, respondieron las peticiones, fundadas en códigos de ética periodística y en el Código Penal, delito de difamación, de que demostraran esta declaración sobre ”los 70” o la rectificaran u otorgaran derecho de réplica a la agencia “Hablemos Press”.
Silencio de ese mismo Obispo y de subordinados suyos, sobre la Pastoral Penitenciaria, visita a presos; secreto que autoriza a creer que tal pastoral es más ficticia que real, “atole con el dedo” del Gobierno a la Iglesia, para aparentar que ya no prohíbe la atención religiosa a los presos.
Robos, escándalos y mecanismos de secta en la parroquia de La Medalla Milagrosa, cuyo tiránico párroco Jesús María Luzarreta, falleció recientemente. En vano llovieron quejas al Arzobispado y a la Orden de los Paules.
Pedí investigaran una posible violación del secreto de confesión y ni eso los movió.
Agregaré en próxima publicación las herejías que predican en la Iglesia de los Pasionistas de La Víbora, con negación de la enseñanza bíblica y del magisterio de la Iglesia:
Al Maligno, a los pasajes sobre el juicio de Dios, a la Transfiguración y casi a cada milagro, los presentan como “símbolo”, “ficción literaria”, “eso no fue así, el autor bíblico quiso decir…”
Advertencia: Si el lector es no católico, no tire la primera piedra; también conozco de malos manejos, mercantilismo, sumisión a la Dictadura, lucha por el poder, acaparamiento de cargos y viajes, nepotismo y predica de barbaridades en iglesias de otras denominaciones.
Recuerde que “no luchamos contra carne y sangre sino contra príncipes y potestades”; olvidarlo y la ilusión de “los malos son los otros, nosotros somos los buenos”, facilita estas trasgresiones.

En próxima, trataré más sobre esta política de cero transparencia y de dejar hacer el mal. ¿Cuáles pueden ser las causas de esta relajación en que los superiores consienten a sus subordinados lo indebido?
*Periodista independiente cubano. Ha colaborado con la agencia de prensa independiente Hablemos Press y sus notas aparecen en distintos sitios de internet sobre temas cubano. E-mail: jaimeleygonier@gmail.com

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