abril 10, 2014

Verdades ocultas.

Con el tema: Síndrome alarconiano, intente expresar mi urgente necesidad de que alguien pueda explicarme el enredo que formó el señor Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Partido y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros en Cuba, cuando expresó y cito:
“En nuestra prensa no hay mentiras”.
Nuestra prensa es sincera, lo que a veces no dice toda la verdad.”
Analizando el ente social al que se refería el señor antes mencionado, comprendí algunas verdades de aquellas que él personalmente omitió, por ejemplo:
• La prensa cubana es una entidad con personalidad jurídica que se encuentra –particularmente- relacionada con el estado,
• La prensa cubana responde única y exclusivamente a los intereses de aquel con quien está relacionada, y a quien representa “fielmente”,
• La prensa cubana no es en manera alguna una ONG, no es una entidad autónoma y mucho menos autofinanciada,
• La prensa cubana no forma parte de los Línea (y) mientos del congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC)  ni como Trabajadores por Cuenta Propia y menos aún como Cooperativa No Agropecuaria,
• La prensa cubana es una entidad o institución que, el ejercicio de sus funciones están intervenidas de manera que se dificulta e impide su libertad de acción y expresión,
Si no se ha dado cuenta, el último punto es el ejemplo práctico de lo que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española –según Encarta 2009- establece como: ¡MEDIATIZAR! Y pregunto: ¿Es o no la prensa cubana una prensa mediatizada?
Prensa escrita en Cuba
Quizás se le olvidaron otras cosas también y pudiese parecer lógico si existiese la remota posibilidad de que Lilibet Enríquez Infante, la periodista que entrevistó a este señor le hubiese tomado por sorpresa cuando le preguntó acerca del barco norcoreano que salió de Cuba el año pasado con una mortífera carga de armamentos de alto calibre y poder destructivo, escondido debajo de toneladas de cruda azúcar cubana.
Por ejemplo, se lo olvidó decir que cuando una prensa que posee personalidad jurídica, que se encuentra relacionada directamente con el estado a cuyos intereses ha respondido fielmente en los últimos 55 largos años, que dicha prensa no es autónoma ni autofinanciada “a veces no dice toda la verdad”, está dando por sentado que es el propio estado el que MIENTE cada vez que no dice toda la verdad.
No decir toda la verdad, es sin lugar a dudas un sinvergüenza y hambriento lobo vestido de oveja, es peor y más ruin y mezquino que decir una mentira.
Paradójicamente otras verdades salen a relucir y créame que resulta vergonzoso el hecho que durante los últimos 55 largos años la prensa cubana no se ha ganado el respeto del propio gobierno a quien representa y sirve fielmente.
Los hechos hablan por sí solos, porque de otra manera esa misma prensa tendría una autonomía noticiosa extraordinaria, sería la “vanguardia de la revolución” y cumpliría práctica y fielmente el Artículo 53 de la Constitución Cubana y cito: “se reconoce a los ciudadanos la libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista… la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social Y NO PUEDEN SER OBJETO, EN NINGÚN CASO DE PROPIEDAD PRIVADA,….” Fin de la cita.
¿Acaso el propio estado no viola la Constitución Cubana al ejercer la propiedad privada sobre todos los medios de prensa nacionales?
¿Quién mejor que la gente de mi propia casa, aquellos que supuestamente creen en mis ideales, comparten mi visión, se sienten identificados y parte fundamental del proyecto social para decirme lo que no está funcionando bien?
¿Con qué moral se puede criticar a la prensa privada de otros países de ser una prensa mediatizada cuando el propio gobierno cubano ejerce arbitrariamente el derecho y abusa de su poder en ejercicio de sus funciones al limitar el trabajo de los órganos de prensa nacionales?
Ejercer el dominio privado sobre todos los medios de prensa nacionales es una prueba irrefutable del totalitarismo y autoritarismo del gobierno de un país que no cree ni confía en sus ciudadanos porque sabe que de alguna manera los ha traicionado.
Señor Díaz-Canel, a usted y a todos los trabajadores de todos los medios de prensa nacionales les regalo esta frase de Martí:
“Quien vea a su pueblo en desorden y agonía, sin puerta visible para el bienestar y el honor, o le busca la puerta, o no es hombre, o no es hombre honrado. El que se conforma con una situación de villanía es su cómplice. Es cómplice el que considera insuficiente o imposible el remedio que pregona, y con la mentira en el alma, continúa proclamando el remedio insuficiente e imposible. La tiranía no se derriba con los que la sirven con su miedo, o su indecisión, o su egoísmo”   (Obras Completas Tomo 3 Página 25)
Es hora de cambiar lo que tiene que ser cambio porque, de cualquier manera llegará el día, la noche no durará para siempre porque: no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas, y esta es una convicción profunda.

*Pastor Alejandro Hernández Cepero. 48a.  miembro de la Liga Evangélica de Cuba; se desempeñó en una misión en El Henequén, Mariel, Prov. De Artemisa, Cuba. Trabaja en la actualidad con el Mover Apostólico, Movimiento Apostólico en Cuba.

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