noviembre 04, 2012

Cuba 13 Septiembre 2003: ¡Contra toda lógica!


Los años 2002 y 2003 fueron la materialización para una generación que sabía que estaba de más seguir diciendo sí a todo dentro de la Iglesia Tradicional, y que disentir no era delito, sino la voz de protesta ante un sistema religioso encangrejado. En el 2003 le pusimos el cascabel que nadie quería ponerle al animal  (…).
Comenzó enero recorriendo Cuba como polvo sísmico las “Profecías” de Orson Vila del inminente desastre: se hablaba por todos lados del golpe de agua, de la gran catástrofe que se avecinaba, de los miles de muertos por enfermedades, y por si esto fuera poco; la segura agresión por Estados Unidos a Cuba antes de acabar ese año.
Los profetas decían que Santa Cruz, Nuevitas y Florida iban a desaparecer. Ante aquello levantamos la voz el 6 de julio del mismo año y dimos 7 razones por las que consideraba que esas profecías no eran de Dios y no se iban a cumplir.
En las próximas semanas el epicentro me agarró en USA. Resulta que en mi ausencia mis amados líderes me habían “pasado la cuenta”. A mi regreso solo quedaba presentarme el 1 de septiembre en la Iglesia Plaza Habana, Camagüey; allí 23 sumos sacerdotes iban a orar por mí después de leerme la sanción, que no era más que la venganza de un grupo que se come a sus propios hijos como el mitológico Saturno.
De qué manera podría aceptar aquellas oraciones, para qué, si venían de los labios de quienes por encima de la razón, y ante el temor hipócrita que le tenían a Orson; optaron por reventar el cordón por el eslabón más débil (…). Tuve que decirles: “¡ustedes no oran por mí, nunca quise irme de las Asambleas, pero hoy ustedes mismos han sido usados por Dios para que nazca la Reforma Apostólica en Cuba, me voy para el Sur desde donde hace 10 años pastoreo a gente que me aman!”
Luego, el 13 de septiembre, un puñadito de pastores, con más penas que gloria, nos reunimos en la plataforma gastada de la Iglesia de Macareño. Casi no sabíamos qué hacer o decir, era como aquel niño que lo soltaban de la cuna a un piso enorme…
De aquellos pioneros permanecen con la misma determinación de aquel día: Luis Yoel Balbuena, Sergio Gutiérrez, Ismael Riverón, Alexis Medina, José Antonio Pérez.
En estos 9 años muchos llegaron y con la misma se fueron; mientras que otros se han quedado como testigos actores de ser instrumentos divinos que sacaron a la Iglesia de su vino viejo.
Como unos locos convocamos el “Congreso Apostólico Nacional” Abril 2004, Macareño. Dios incentivó a sus generales y llegaron de toda la nación. Todavía están frescas en nuestras mentes la llegada de la guagua de la Iglesia Evangelio Completo y al pastor Mario Álvarez y dos decenas de discípulos; a la locutora Nila Capetillo de las Culturales de la TV; Rosendo Díaz “El gallo de la salsa”; el actor convertido en pastor en Batabanó, Yanier Boza (Bienve o el Supersónico de las Aventuras de la Tele); al viejo amigo nacido en Levisa, Frank Fernandine con un camión de hermanos desde Las Tunas y el equipo de audio; o desde las montañas de Sagua y Guantánamo al judío Ezequiel Salomón y al negro Jorge Castillo respectivamente .
Llegaron 225 Águilas de 12 provincias a Macareño, estos distribuidos en 27 Concilios o Movimientos Cristianos diferentes. Fue un Congreso difamado, incomprendido y odiado por los eternos enemigos del Reino de Dios, pero que despertó la bujía para que días después hombres como Mario, Omar, Tony Ortiz o Carlos Hernández se salieran del nido denominacional y se enfilaran para nutrir la Reforma Apostólica. Mover que siguió enfilando Ministerios de la categoría de Mario Travieso “Mayin”, Alain, David Álvarez, Lisbet, Juan Carlos Núñez, Adolfito, Irahola, Alejandro, y punto y seguido (…).
De todo corazón lo decimos: estos años nos han servido para pulir puntos neurálgicos que necesitábamos, teníamos muchas asignaturas pendientes que la religión solo nos la dictó pero no la demostró.
Antes de salir a la Reforma sumé y resté y sabía por lo que tendría que pasar, pero que al final valdría la no pena haberlo hecho, y si volviera a nacer lo hiciera 100 veces de nuevo. Me alegro cuando veo en estos días colegas como Mario y Antonio Ortiz, o hijos como Tony Enríquez, saliendo a las naciones.
Damos gracias al Eterno por todas las Redes Apostólicas de Cuba que abiertamente forman parte de la Coalición Apostólica de Cuba (CAC).
Nos queda trabajo, pues los fariseos, saduceos y herodianos de los días de Jesús pululan por ahí. Veo estas categorías en el día de hoy:
* Hermanos buenos y apaleados por el látigo denominacional: a estos les ha faltado el valor e intrepidez, manteniéndose de a orillas, como para ver qué pasa con nosotros. No acaban de entender que para ser un reformador se necesita gasolina especial y cuero de rinoceronte.
* Los de las denominaciones organizadas: cada día tendrán que manipular y controlar a lo máximo a su gente, pero al fin se darán cuenta que de este andamiaje oxidado tendrán que escapar para que el salitre no los haga estatuas.
* Los del Consejo de Iglesias: estos si que no tienen escapatoria, su carnalidad y babosería con el gobierno se pasó de lo permisible (…)
* Los no denominacionales que se escudan por cobardía en “sombrillas perforadas”: a estos les quedará el remordimiento eterno de que pudiendo haber sido protagonistas de su tiempo, solo fueron balas pérdidas y nubes sin agua, presas de su propia indecisión.
* Los que se infiltraron como “cristianos” pero fueron enviados a espiar: estos tienen corta oportunidad, pero la tienen (…). No se puede permanecer en un escenario toda la vida. Es muy difícil aparentar ser Hijo de Dios y reprimir al viejo hombre. Esta es la caracterización de esta especie animalesca: (1) No pueden manifestar el gozo del Señor en sus vidas. (2) No tienen frutos equilibrados de sus ministerios. (3) Sufren cuando hay hombres de Dios que delante de ellos son libres para opinar lo que les venga en gana. (4) Un espíritu de suicidio los persigue. (5) No duermen pensando qué pasará muy pronto cuando los archivos de la nación sean abiertos como en Europa del Este. (6) Sufren ante la inmunidad divina de aquellos que espían. (7) Reciben cada día el auto rechazo de haber sido instrumentos muy baratos de otros. (8) Al leer esto, se pondrán rojos y mirarán para todos lados (…).
Al Dios Eterno la Gloria por habernos protegido en estos 9 años, pues algún día sabremos mejor de tantas trampas que él nos libró. Y honramos a todos los Hijos Ministeriales que le han creído a Dios para oxigenar a la Iglesia.
(Reproducción del Artículo de la Revista Apostólica Fuego y Dinámica No 9).

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