septiembre 15, 2011

El Reverendo Raúl Suárez descubre el fundamentalismo, la necesidad de una Ley de Cultos y la politización de la Iglesia en Cuba.

Después de los eventos ocurridos en una Iglesia Pentecostal en Cuba, hay no pocos comentarios e interpretaciones en la Red en relación a esto. Hemos estando incluyendo en el Blog aquellas informaciones más originales y balanceadas posibles sobre el asunto.
Con el título de: “El fundamentalismo cristiano se asoma en Cuba” aparece una nota en varias páginas Web donde recoge las opiniones del Pastor Raúl Suárez Ramos, es pues la voz de pro oficialismo dentro de la iglesia protestante o evangélica cubana. El Pastor Suárez Ramos, quien es diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y se ha destacado por su posición francamente colaboracionista con respeto a la dictadura Castro comunista opina sobre al cerco a la iglesia pentecostal en Infanta y Manglar.
No tenemos la entrevista, si es que se trata de una entrevista, o un artículo de opinión. Estas son las opiniones que han aparecido en la Red que incluimos aquí.
La afirmación de que el fundamentalismo llego a Cuba es efectista y solo busca descalificar a un grupo de iglesias que no cuentan con la aprobación del régimen para desempeñarse en la Isla. Siempre el fundamentalismo ha estado presente dentro de las iglesias así denominas “históricas”. Pero no pretendemos analizas las palabras del reverendo Suarez, solo ponemos aquí lo que ha sido publicado:
Según el reverendo Bautista Raúl Suárez, los hechos que ocurren en el tempo Pentecostal tienen que ver con las relaciones paralelas que algunos pastores cubanos sostienen con iglesias fundamentalistas, basadas en Estados Unidos, Puerto Rico, México y Centroamérica.
El reverendo bautista Raúl Suárez ( foto arriba a la derecha) , director del Centro Martin Luther King, Jr., explica que desde el año 84 se produce un enorme crecimiento de las iglesias evangélicas, 'hoy tenemos 200 mil personas en nuestras comunidades y por cada uno de ellos 3 o 4 más que asisten de vez en cuando a nuestros templos'.
En un comienzo las relaciones exteriores se mantenían exclusivamente con las iglesias evangélicas 'Históricas', sin embargo, posteriormente se establecen vínculos paralelos con enviados de las iglesias 'Fundamentalistas' que mantienen algunas importantes diferencias doctrinarias.
EL Rev. Suárez dice que 'el fundamentalismo nace como reacción dentro de las iglesias a los cambios que se estaban dando en la relación ciencia-fe e iglesia-sociedad' y explica que se trata de sectores proclives a aceptar los milagros, teorías del fin del mundo, la sanidad divina, la santidad absoluta de los creyentes y 'hasta los suicidios colectivos”.
Finalmente Raúl Suárez propone que se cree una ley que regule las actividades religiosas como ocurre en otros países, 'yo estoy recopilando las leyes que tienen Argentina, Uruguay o Chile porque lo cierto es que Cuba solo hay una ley de asociaciones que ya no es suficiente'.
Al final de la entrevista el Pastor Raúl Suárez nos alerta de que 'tratándose de Cuba cualquier suceso puede politizarse'.
Como ven deja entrever que las relaciones paralelas con denominaciones fundamentalistas son nocivas, en cambio, las del Consejo de Iglesia de Cuba con instituciones religiosas en EEUU y Europa no lo son. Aquí en los EEUU hay iglesias, conjunto de iglesias, conferencias y convenciones etc., fundamentalistas y nadie sale a cuestionar esto, forma parte del entramado religioso de este país que se desarrolla con apego a la más estricta libertad de religión. El Reverendo acaba diciendo que es necesaria una Ley que “regule las actividades religiosas”, algo que algunos grupos independientes en Cuba ha propuesto, pero no una Ley para controlar a unos y favorecer a otros estos últimos los más proclives al régimen.
Dice el Reverendo Suárez que el suceso que se prodjo recién en La Habana puede politizarse, claro que sí. El Consejo de Iglesias de Cuba está y ha estado politizado a favor del régimen y esto a nadie le ha preocupado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las sectas religiosas como la santería y fenómenos similares se multiplican y prosperan en las sociedades víctimas de una intensa frustración y eso precisamente es lo que está ocurriendo en Cuba.