agosto 31, 2007

Cuban Catholic Experience in America.

Gina Farrell
The University of Notre Dame Press this fall will publish a new book by St. Mary’s University Professor Gerald Poyo titled “Cuban Catholics in the United States, 1960-1980, Exile and Integration.”
Everyday life for Cubans in the United States during the 1960s and 1970s involved an intimate interaction between commitment to an exile identity and reluctant integration into a new society. For Catholic Cuban exiles, their faith provided a filter through which they analyzed and understood both their exile and their ethnic identities. Catholicism offered the exiles continuity: a community of faith, a place to gather, a sense of legitimacy as a people. Religion exerted a major influence on the beliefs and actions of Cuban exiles as they integrated into U.S. culture and tried at the same time to make sense of events in their homeland.
“Cuban Catholics in the United States, 1960-1980, Exile and Integration” examines all these facets of the exile and integration process among Catholics, primarily in south Florida, but the voices of others across the United States, Latin America, and Europe also enter the story. The book begins with an examination of Catholics in Cuba during the 1940s and 1950s and traces their departure as they challenged the emergence of communism. The personal papers of exiles, their books and pamphlets, newspaper articles, government archives, and personal interviews provide the historical data for this book. In his thorough examination, Poyo provides insights not only for this community but for other faith-based exile communities.
Poyo is the author and editor of a number of books, including “Presente! U.S. Latino Catholics from Colonial Times to the Present.” Poyo is a professor of history at St. Mary’s University.

agosto 24, 2007

Memorias de un Pastor en Cuba.

Por Enrique Lopez Oliva.*
LA HABANA.-Unas doscientas personas se congregaron este sabado, cuatro de agosto, en el portal del Instituto Cubano del Libro, situado en el casco historico de La Habana, para asistir a la presentacion del libro "Cuando pasares por las aguas. Memorias de un pastor en revolucion", publicacion de la Editorial Caminos, del pastor bautista y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento cubano), Raul Suarez Ramos, fundador en 1987 del Centro Memorial "Martin Luther King Jr.".
Suarez en el epilogo de sus memorias expresa que "la comprension y los aportes de Fidel a la unidad de todos los cristianos, asi como sus muchas reflexiones sobre la fe cristiana y la Revolucion, me ayudaron a romper con el maquineismo al que me habia conducido el esquema ideologico-religioso heredado..." Para el Reverendo Raul Suarez el presidente cubano Fidel Castro "esta asociado de una manera muy significativa a la comprension y la practica pastoral, tal como la percibo en la actualidad".
"Hoy me siento un hombre de una sola pieza -subraya-: amar a Dios, ejercer mi pastorado, vivir la fe y a la vez sentirme comprometido con el humanismo de la Revolucion, forman una experiencia indivisible, sin contradiccion alguna entre mi corazon y mi mente".
Reconoce que su participacion en el proceso politico cubano tuvo momentos de gran tension, como cuando fue herido, en un ojo y en un brazo, durante la invasion de Bahia de Cochinos (Playa Giron), en 1961, donde auxilio como sanitario y pastor a los heridos durante los ataques de las fuerzas anticastristas que habian desembarcado. Entre los duros momentos menciono tambien su estancia durante nueve meses en los campamentos de trabajo forzado de las Unidades Militares de Ayuda a la Produccion (UMAP), rodeados con alambres de puas y guardias armados, a los que llevaban a quienes consideraban desafectos a la revolucion y anti-sociales, entre estos a homosexuales, ex presos comunes, vagos, ademas de varios pastores y estudiantes para el sacerdocio catolico. "A la UMAP estabamos asignados los no aptos politicamente para el Servicio Militar Obligatorio, las "lacras sociales", aclaro.
Recuerdo -dijo- que por alli pasaron entre otros el actual cardenal y Arzobispo de La Habana, Jaime Ortega Alamino, el que fuera Obispo de la Iglesia Metodista de Cuba, Rev. Joel Ajo Gonzalez, el Vice-presidente de la Convencion Bautista Occidental, Israel Cordobes Gonzalez, el actual director del Centro Cristiano de Reflexion y Dialogo, de Cardenas, el Rev. Raimundo Garcia Franco, y un numeroso grupo de miembros de juntas directivas de iglesias cubanas, ademas de uno de los mas conocidos canta-autores de la Nueva Trova, Pablo Milanes.
"La UMAP -afirmo- creo traumas y resentimientos que algunos no lograron superar nunca. Una raiz de amargura quedo atrapada en la psiquis de muchos, hermanas y hermanos". Considero "que la UMAP fue un error, al margen de las intenciones que lo animaron", "ademas del sufrimiento causado a quienes pasamos por ella -incluyendo a los propios oficiales que nos dirigian en las distintas companias-, ofrecio una imagen en el pais, y tambien fuera, que contrastaba sensiblemente con el sentido humanista de la obra revolucionaria..."
Al presentar la obra, el historiador de la Ciudad de La Habana y diputado nacional, Eusebio Leal, insistio: "nosotros no hemos sido sobrevivientes, hemos sido participes y testigos. Pero hay un drama: la incomprension, por parte de la Iglesia, de nuestra entrega a la causa de nuestro pais, cuando otros decidian, de buena y de mala fe, virarle las espaldas e irse de Cuba. La gran ruptura: te vas o te quedas, con nosotros o contra nosotros. Es el momento en que nadie entiende en la Iglesia a un cristiano revolucionario; nadie entiende en el seno de la revolucion, tampoco se entiende en el seno del Partido (...) a un revolucionario creyente...".
El editor del libro, Alfredo Prieto, editor de la revista de Ciencias Sociales "Temas", senalo que "la vida de Raul Suarez nos describe un arco que va desde sus origenes humildisimos, en un pueblito de La Habana campo (...) hasta el fallecimiento de su esposa, su integracion posterior a una nueva familia y su jubilacion como pastor al cabo de mas de cuarenta añ
os de ejercicio; desde la Cienaga de Zapata hasta la Iglesia Ebenezer de Marianao".
Estuvieron presentes la Jefa de la Oficina de Atencion a los Asuntos Religiosos del Comite Central del Partido Comunista de Cuba, Dra. Caridad Diego, el diputado nacional y teologo presbiteriano Sergio Arce Martinez, lideres de iglesias evangelicas y protestantes, el Coordinador del Grupo de Reflexion "Oscar Arnulfo Romero", de inspiracion catolica, Gabriel Coderch, y el Jefe de la Seccion de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, Michael Parmly.
*Corresponsal de Monitor de MexicoSecretario en Cuba de la Comision para el Estudio de la Historia de la Iglesia en Latinoamerica.(CEHILA-CUBA. monitorhavana@enet.cu .monitorhavana@yahoo.es

agosto 19, 2007

Cuban Youth Permitted to Attend Leadership, Prayer Convention.

July 30, 2007 Medellin, Colombia
Forty-four young Seventh-day Adventist Cubans joined more than 5,000 Adventists gathered July 26 to 28 in Colombia for the church's Inter-American Youth Leadership and Prayer Convention.
Securing group travel permission from the Cuban government for the Adventist young people -- the largest such delegation to travel from the country since 1959 -- was a yearlong process, church leaders there said.
Twenty-two members of the delegation reported difficulties clearing visas and detoured to Venezuela, a country adjacent to Colombia, to arrive midway through the event. The other 22 members arrived July 27 in time to present their youth ministries report.
"It's an honor for us to be with you tonight," Ruber Alvarez, youth ministries director for the church in Cuba, told the convention audience. Alvarez said he hoped the Cuban presence at the convention would set a precedent for future events and suggested that Cuba might one day even host such a gathering.
Pastor Israel Leito, president of the church's Inter-American region, said the regional church would donate funds to help the Cuban delegation and urged those gathered to join in supporting Cuban Adventists.
More than 30,000 Adventists -- more than half of whom are young people -- live in Cuba. There are 272 Adventist churches and a theological seminary on the island nation of about 11.4 million people.

agosto 09, 2007

¿Como puede la Iglesia Católica ayudar a la sociedad cubana?.

Por: Enrique Lopez Oliva.*
LA HABANA.-A la pregunta: ¿Que aporte puede brindar la Iglesia Catolica al desarrollo de la sociedad cubana actual? responde el padre Marciano Garcia, de la Orden de los Carmelitas Descalzos, con un lucido ensayo titulado "Iglesia Catolica y sociedad cubana", en el ultimo numero de la revista diocesana laical habanera "Espacio Laical", cuya directiva fue removida hace unos meses por el Arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega Alamino.
El padre Marciano, como le llaman carinosamente muchos laicos, quien siempre ha mantenido una posicion abierta y dialogante con los jovenes de su parroquia, a donde ha dado acogida a algunos jovenes laicos catolicos comprometidos con el proceso politico cubano, como el Grupo de Reflexion "Oscar Arnulfo Romero", puntualiza que la Iglesia Catolica en Cuba "tiene la oportunidad" de ahondar en "la experiencia socialista cubana", "trascender sus limitaciones presentes" y vislumbrar las "posibilidades reales que encierra este sueno de la humanidad, hasta ahora nunca cabalmente logrado, de igualdad, de justicia para todos".
A lo que anade que este sueno de iguladad "el capitalismo no lo ha realizado" y "nadie puede demostrar que sea la unica opcion".
Precisa que "la manera de ayudar la Iglesia cubana a la sociedad actual, no puede ser la conspiracion, ni la resistencia, ni la oposicion soterrada al sistema, como tampoco el apoyo incondicionado" y considera que "la critica al presente, a los fallos del presente, no es un apoyo significativo, simplemente, porque no aporta una solucion valida" y destaca: "creo que la mayor posibilidad" de la Iglesia hoy en Cuba esta en "ayudar a descubrir filones que estan cargados de ilusiones utopicas".
"La meta, expresa el padre Marciano, es lograr una sociedad de personas modestas, serviciales, espirituales, generosas, que tienen la humanidad por patria, y la posibilidad real de expresar sin temor sus opciones". Estima que el aporte principal de la Iglesia Catolica de Cuba hoy es "ayudar a sus fieles a ser mejores cristianos, mejores personas, y, hasta donde sea posible, ayudarlos a ser excelentes seres humanos", con "lo que todo es posible".
Insiste en que "las personas son mas que los sistemas y las politicas" y de que lo que se trata es de que "nunca unos prevalezcan sobre los otros", de que "unos y otros encuentren mas alla de sus divisiones actuales, los objetivos comunes sonados por ambos". "La Iglesia- subraya- busca el Reino de Dios y ese reino es su utopia".
Concluye su extenso analisis, que pretende fundamentar teoricamente una estrategia viable de la Iglesia Catolica en el actual momento politico que vive la sociedad cubana, aclarando que "la Iglesia habla de pastoral, no de estrategia", pero que, no obstante, sociologicamente hablando, "se estara llevando una estrategia"; "quienes deseen cooperar hoy con la comunidad cubana residente en la Isla deberan comprender la situacion real para que sus acciones tengan posibilidad de exito", senala.
"Cada cristiano encarna -en su opinion- un revolucionario y cada revolucionario lleva dentro un alma cristiana. Propiciar encuentros que abran en las mas altas esperanzas ese sueno de toda la humanidad (´de acercanos a un mundo fraterno´) quizas sea un aporte valioso. Solo pueden aportarlo en la Iglesia quienes hayan alcanzado una plenitud de amor cristiano. Ayudar a los fieles a vivir este amor divino es tarea principal, no unica, de la jerarquia, irradiarlo a la sociedad es tarea de todos". "El aporte de la Iglesia a la sociedad cubana" es "el de realizar el amor cristiano", expresa el padre Marciano, quien ademas es psicologo. Estas reflexiones han sido recibidas con gran interes entre los laicos catolicos de las parroquias habaneras. Es una lastima que "Espacio laical" tenga una tirada tan limitada y no circule en otras parroquias fuera de la capital, ademas de no llegar comunmente mas alla del espacio de la Iglesia.
* Corresponsal de Monitor de Mexico.Secretario en Cuba de la Comision para el Estudio de la Hisotoria de la Iglesia en Latinoamerica.(CEHILA-CUBA).monitorhavana@enet.cu, monitorhavana@yahoo.es

agosto 03, 2007

The Church in Cuba.

August 1, 2007, 9:56 am
By: Eduardo Peñalver
I've been traveling for the past two weeks, which explains my lack of posts. A couple of weekends ago I was in Cuba to meet with Oswaldo Paya, a pro-democracy activist and the man behind the Varela Project, an ingenious petition drive that sought to take advantage of a provision of the 1976 socialist constitution to push for peaceful political reform in Cuba.
During my visit, we spoke at some length about the role of the Church in Cuba, a topic on which I have posted in the past. Although Paya is a committed Catholic, his opinion of the approach the hierarchy (both at the Vatican and in Cuba) has taken towards the Castro government and, by extension, towards dissidents in Cuba, was not a favorable one. The Church has been so eager to avoid persecution in Cuba that it has bent over backwards in recent years to avoid confrontation with the Castro government and has distanced itself from dissident groups on the island.
This is in some ways similar to the approach the hierarchy has often taken towards repressive right-wing governments in Latin America. And it is scandalous in both instances. Critics of the Church's political role in Latin America have sometimes attributed its comfort with reactionary regimes to its opposition to communism. But Cuba stands as a counter-point. Here we have a fairly doctrinaire communist regime -- a regime whose policies clearly contradict the Church's teachings on the inhumanity of communism -- and the Church's stance is one of accommodation. What seems to unite the Church's position, both in Cuba and elsewhere, is a desire for stability and a fear of disrupting the status quo.
I am not suggesting that the Church should involve itself directly in a movement for political change in Cuba. There are, however, many steps the Church could take short of direct political engagement. The Church might, for example, provide dissidents with access to means of communication, both within Cuba and between Cuba and the outside world. I do not want to try to speak for him, but Paya seemed clearly frustrated that one of the few private spaces in Cuba, one of the few remaining independent institutions in an eviscerated Cuban civil society, has essentially shut its doors to groups calling for political reform on the island.